Cuando Mick Jagger se acercó a Shepard Fairey para rediseñar el icónico logotipo de Rolling Stones, el artista y diseñador norteamericano mejor conocido por sus trabajos de “OBEY” y “HOPE” para Obama, sintió la obligación de mantener la potente y reconocida imagen de la banda de culto.

Para Fairey, el logotipo de los Rolling Stones no sólo es una boca y una lengua, es un logo que logra capturar perfectamente la personalidad de Mick Jagger, así como la esencia de rebeldía y sexualidad del Rock & Roll desde sus raíces. Cuando Jagger le pidió que se encargara de la nueva imagen de los Stones para conmemorar el cincuenta aniversario de la banda, Fairey se sintió halagado, ya que no sólo se trataba de uno de sus ídolos sino también estaba confiando totalmente en sus ideas. Para Fairey lo más importante era seguir utilizando el ícono, únicamente había que modernizarlo.

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